16 de noviembre de 1886
Martes
Nuevamente el cólera se propaga en nuestro país en el transcurso de la segunda mitad del siglo XIX, causando un gran impacto demográfico y sanitario.
La presente epidemia, a diferencia de la anterior (1867/8) está caracterizada por la intensificación del proceso inmigratorio en los últimos 19 años y por el incremento de vías férreas cuya extensión ahora asciende a 9.000 km (en 1867 sólo existían 772 km construidos). Estos dos factores originan el aumento de la propagación de la enfermedad que fija sus epicentros en las ciudades a cuyo puerto arriban los inmigrantes y en los barrios marginales donde se radican, proceso agravado por los desplazamientos que, a través del ferrocarril, emprenden hacia las localidades del interior del país elegidas para asentarse.
Rosario llega a registrar 2.463 muertes, con una tasa de mortalidad superior al 50 %.
Armstrong documentará 110 muertes en 40 días.